En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemoró el pasado 4 de marzo, la Unidad de Asistencia Nutricional del Hospital Puerto Montt (HPM) entregó una serie de recomendaciones enfocadas en tratar la salud mental de la población y evitar el consumo de alimentos ultra procesados, como parte del combate contra esta enfermedad que afecta a más del 30% de los chilenos.
En los últimos diez años, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. De hecho, el año 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a calificarla como tal luego que se revelara que el 13% de los adultos del mundo son obesos y el 39% de ellos tiene sobrepeso. En 2017, el 8% de las muertes mundiales se atribuyeron a la obesidad.
En Chile, la tendencia no es diferente. La última Encuesta Nacional de Salud (2017) reveló que un 39.8% de la población tiene sobrepeso, un 31.2% tiene obesidad y un 3.2% tiene obesidad mórbida. Es decir, casi tres de cada cuatro chilenos presentan algún grado de malnutrición por exceso. En el caso de menores de cinco años, nuestro país presentó una de las mayores tasas de sobrepeso infantil de América Latina y el Caribe con un 9,8%, superando el promedio regional de 7,5%.
La médico Viviana Aros y la nutricionista Carola Gavilán, quienes son parte del equipo del HPM especializado en nutrición, admitieron que los últimos dos años, con la pandemia de Covid-19, se ha registrado un aumento considerable de consultas médicas producto de la obesidad, y sus enfermedades asociadas, lo que se manifiesta en un 40% la población de la Región de Los Lagos que actualmente sufre sobrepeso.
La Dra. Aros señala que “lo que tiene que ver con los trastornos de la conducta alimentaria, el trastorno de comer en forma atiborrada y también los trastornos del ánimo, favorecen el desarrollo de obesidad y son conductas poco sanas. Constatamos que la salud mental en el país está muy al debe (producto de la pandemia), y se relaciona con factores como el sedentarismo, alimentación poco saludable y la ansiedad”, causas que según la profesional se dejan de lado a la hora de combatir la obesidad.
El enfoque que se venía utilizando para la prevención de la obesidad estaba centrado por un aumento de la actividad física y la adopción de cambios en las conductas de alimentación, pero “por muchos medicamentos que uno recete, si la parte psicológica no se aborda correctamente, (esta enfermedad) tiene muy mal pronóstico. Además, hay un factor sociocultural y socioeconómico, la pandemia afectó mucho a los estratos más bajos y justo ahí es donde hay más obesidad, mayor sobrepeso y trastornos de la conducta alimentaria”.
Ambas profesionales esperan que en el corto plazo la obesidad pueda ser considerada una enfermedad GES en Chile, lo que de acuerdo con el Ministerio de Salud ya se estaría trabajando en un proyecto de Ley que establecería a la obesidad como una enfermedad crónica, lo que inyectaría recursos a campañas de prevención, atención psicológica y pesquisa temprana en los centros salud primaria y en los colegios del país.
“La intervención tiene que ser abordada en la prevención, porque al hospital llega el paciente cuando ya está complicado y con complicaciones crónicas avanzadas: insuficiencias cardiacas, infartos, accidentes cerebrovasculares o Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño. Estas enfermedades son las que producen el mayor gasto público y si uno lo ve sólo como un concepto económico o el costo país que la obesidad representa, ya es un gran tema por tratar de forma urgente”, precisa la Dra. Aros.
Fácil consejo: disminuir el consumo de alimentos “ultra procesados”
Además de enfocarse en la salud mental, otra de las recomendaciones que entregaron las profesionales de la Unidad de Asistencia Nutricional del Hospital Puerto Montt, fue el hecho de disminuir al mínimo el consumo de alimentos “ultra procesados”, es decir, alimentos que utilizan 5 o más ingredientes de elaboración industrial, y que son el 80% del tipo de alimentos que los chilenos consumen a diario.
“Podríamos empezar a educar a las personas para que cada vez que vayan al supermercado tomen en cuenta que cualquier alimento que tenga más de 5 ingredientes industrializados, es considerado ultra procesado y, por ende, yo debería dejarlo a un lado. Los naturales son básicamente la producción orgánica de frutas, verduras, huevos, leche y el queso”, precisa la nutricionista Carola Gavilán.
La profesional recalcó que “mientras más preservantes, colorantes e ingredientes artificiales tengan los alimentos, más perjudiciales serán para nuestro cuerpo, sobre todo para el hígado porque es este órgano el que tiene que procesar todos estos ingredientes extra. Comer es agradable y uno tiene que disfrutarlo, pero tenemos que entender que las dietas no existen, ninguna pirámide alimentaria prohíbe alimentos, azucares, grasas, etc. Pero sí nos dice cómo hay que elegirlos y de la forma más natural posible”.
Por su parte la Dra. Aros concluyó que “no hay que olvidarse de la actividad física, y ojalá ocupar cualquier espacio para hacerlo. Caminar, preferir las escaleras, los cambios se pueden generar en tu día a día, más allá de ir al gimnasio dos o tres veces a la semana. Cualquier cosa sirve, y no por estética, sino pensar que con un poco de actividad física ya estás trabajando tu cuerpo y beneficiando tu sistema cardiovascular”.