A sus 50 años, don Carlos Oyarzún, divide sus días entre su trabajo en el Área de Farmacia del Hospital Puerto Montt y la pasión que lo mueve desde su adolescencia: ser miembro de la Sexta Compañía de Bomberos de la ciudad. Entre ambos trabajos tiene la oportunidad de entregar lo mejor de sí a su querida comunidad, de acuerdo a sus propias palabras.
“Llevo 28 años de bomberos cumpliendo con esta labor que para mí es una pasión y una vocación que llevo muy dentro del corazón. La comunidad nos valora mucho porque cada emergencia que hay la gente se acuerda inmediatamente de bomberos, y siempre estamos presentes, la comunidad confía en que nosotros siempre vamos a llegar y eso es muy lindo”, señaló don Carlos.
Nos confiesa que, siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, a los 16 años comenzó a frecuentar el cuartel de bomberos ubicado en calle Chorrillos de Puerto Montt, ciudad de donde es nacido y criado, en la que además formó su familia, de la que es padre de una hija adolescente, pero que su primer amor fue la institución que lo ha visto crecer.
“Vivo a una cuadra de los bomberos y por la pasión de mi hermano cuando salía corriendo en las noches, yo lo veía, y un día me llevó a la Compañía a los 16 años y empecé a ir constantemente. Uno es bombero de Chile, pero para mí la Sexta Compañía de Puerto Montt es lo más importante y estoy orgulloso de mi labor de bombero, me emociono harto porque esta vocación fue mi primer amor”, indicó.
Don Carlos, además, se ha desempeñado los últimos 17 años de su vida como técnico auxiliar del Área de Farmacias del Hospital Puerto Montt, donde entrega ayuda vital en la elaboración de medicamentos, en especial, aquellos que alivian a los pacientes oncológicos, lugar al que ha impregnado de los valores que ha recibido de Bomberos, siendo parte del equipo de emergencias de su unidad y ayudando a elaborar el plan de evacuación.
“Mi rol como bombero se une con el cuidado de salud hacia la gente, y mi trabajo en Farmacia hace justamente eso, acá en la unidad buscamos lograr el alivio a la gente a través de los medicamentos, y aportamos en su salud. Además, dentro del equipo en el hospital soy encargado de implementar los protocolos de emergencias, de evacuaciones y siniestros. Como bombero puedo aportar a mi trabajo en el Hospital”, precisó.
Sin embargo, para don Carlos es de suma importancia que las nuevas generaciones mantengan y profundicen el cariño que la comunidad le tiene Bomberos, y que se interesen en integrar las filas de una de las instituciones que cuenta con el mayor porcentaje de confianza entre los chilenos.
“Lo primero es extender una invitación a los jóvenes para que conozcan nuestra institución porque vemos con los años que se va apagando el interés de la juventud por entrar a bomberos. Entrar a esta institución es maravilloso, es una experiencia muy linda. Las puertas de bomberos siempre estarán abiertas, mientras se respete el reglamento interno, se abren los espacios para todos”, concluyó don Carlos.
Este 30 de junio, Bomberos de Chile cumple 171 años de existencia, conmemorando la fecha en que el primer cuerpo de esta institución se fundó en el año 1851 en la ciudad de Valparaíso. Sus 1.200 miembros activos, quienes pertenecen a las 320 Compañías que existen a lo largo del territorio nacional, son voluntarios.