Así lo explicó la Dra. Carmen Fuentes, cardióloga pediatra del Hospital Puerto Montt, quien, en el Día de la Cardiopatía Congénita, recordó que en Chile el sistema actual de garantías explicitas en Salud (GES) ha sido clave en la pesquisa controles prenatales y diagnóstico temprano de las cardiopatías congénitas; lo que ha permitido salvar la vida de quienes nacen con algún tipo de malformación cardiaca.
“Dentro de este proceso de pesquisa se encuentra el control prenatal adecuado a través de las eco obstétricas, siendo muy importante el que se realiza a las 20-24 semanas de gestación, periodo óptimo para poder diagnosticar las cardiopatías congénitas. Si se realiza correctamente, se reduce la posibilidad de pasar por alto una cardiopatía congénita compleja. Y eso se está haciendo en el Hospital Puerto Montt: una pesquisa activa a través profesionales muy capacitados”, explicó la Dra. Fuentes.
Las cardiopatías congénitas, que afecta aproximadamente entre 0.5 al 1 % de los recién nacidos vivos, son malformaciones cardiacas que se producen en el periodo de gestación, las que pueden tener múltiples causas, entre las cuales están las causas genéticas, pero también están las ambientales o ambas; es más, muchas veces hay familiares directos que también poseen este tipo de diagnóstico.
Entre las más complejas se cuentan aquellas que producen que el niño nazca ‘cianótico’, es decir, con un color morado o azulado de la piel, lo que indica falta de oxigenación correcta en la sangre, “por lo que se hace mucho más importante un diagnóstico temprano, sobre todo en regiones como la nuestra, que no se encuentran cercanas a un centro de derivación cardioquirúrgico especializado, los cuales están todos en Santiago en este tipo de patologías”, según indicó la Dra. Fuentes.
“Por lo tanto -agrega la profesional-, es mucho más óptimo y menos riesgoso trasladar un paciente en el vientre de la madre que en un traslado aeromédico, donde en este segundo caso, aumenta el riesgo del menor, que probablemente va a necesitar fármacos para mantenerlo con vida durante el viaje”.
“La gran mayoría de las cardiopatías congénitas complejas se operan dentro de los primeros seis meses, y ojalá habiendo sido diagnosticada dentro de los primeros tres meses. Afortunadamente, cada vez se ven menos nacimientos sin diagnóstico prenatal, es decir, es muy raro ver un paciente actualmente con un diagnóstico de una cardiopatía congénita de gravedad, esto solo se daría si se trata de un embarazo no controlado”, agregó.
Otro de los factores que hay que considerar dentro de las malformaciones cardiacas es que están asociadas en un porcentaje no menor a otras malformaciones, esto es porque además lo presenta pacientes con síndromes polimalformativos; el más conocido de ellos es la trisomía 21 o Síndrome de Down. Sin embargo, y por fortuna actualmente, “la gran mayoría de pacientes evoluciona muy favorablemente, incluso cardiopatías con cirugías complejas”, aseguró la Dra. Fuentes.
La cardióloga pediatra del HPM señaló que los tratamientos disponibles dependerán del tipo de cardiopatía, sin embargo, destacó que gracias a que esta patología fue ingresada desde un comienzo al Sistema de Garantías Explícitas de Salud (GES) se ha podido revertir la mortalidad infantil en Chile producto de nacimientos con malformaciones al corazón.
“He sido testigo de ese cambio, ya que hace más de 20 años había un porcentaje importante de pacientes que no podían operarse y fallecían antes de una cirugía, esto determinado por la ausencia de políticas de Estado y la inexistencia, sobre todo en regiones, de profesionales especialistas. Desde ese punto de vista en Chile hemos tenido un tremendo avance, dado al aumento de profesionales capacitados en esta área, como en mi caso, en que el Hospital Puerto Montt consideró que junto a una colega la Dra. Andrea Gómez nos formáramos como Cardiólogos Pediátricos y así ofrecer una atención óptima a este tipo de pacientes”, concluyó.