Tras quince años de servicio, el piloto e instructor de la Fuerza Aérea de Chile, capitán de Bandada (A) Matías González, se declara “orgulloso” de su labor en Los Lagos: llegar a las comunidades más alejadas y aisladas de la región a través de evacuaciones y traslados aeromédicos que realiza como piloto del helicóptero Bell412, acercando la atención de salud a quienes de otra forma no podrían acceder.
El oficial, de 33 años y oriundo de Talca, forma parte de la IIIᵅ Brigada Aérea de la institución, y confiesa que en la Región de Los Lagos se da algo particular que se repite en pocos territorios del país, el reconocimiento y cariño de la comunidad es patente, justamente por la entrega y sacrificio del personal FACh, quienes están disponibles las 24 horas para salvar vidas.
“En esta Brigada Aérea se acentúa mucho más la gran interacción que tenemos con la ciudadanía, tanto por apoyo en el traslado de carga, como por evacuaciones médicas o por toda la contingencia que se vive en este territorio, hay una interacción directa con las personas, y si bien eso se da en el resto de la FACh, acá es mucho más notorio. Es tremendamente gratificante para nosotros y para mí, en lo personal, como piloto”, detalló el oficial de 33 años.
El capitán González como todos los funcionarios FACh que se desempeñan en los traslados aeromédicos, destaca la excelente relación que existe con la red de salud pública de Los Lagos, especialmente con el SAMU, sin cuya coordinación no se podrían realizar los dos a tres traslados semanales en promedio que se realizan en la región, los que no están exentos de peligros, debido principalmente a las inclemencias climáticas.
“La verdad es que uno termina bastante cansado, tratamos de tener nuestros propios turnos para no poner en riesgo lo que se está haciendo por el cansancio, tenemos pilotos que están de alerta diurna o nocturna en periodos de una semana para estar siempre listos con el descanso necesario, siempre que se hace de noche va a ser un poco más extenuante, pero la idea es cumplir con nuestro granito de arena y eso bastante gratificante”, asegura el oficial.
Y justamente los traslados y evacuaciones nocturnas son los que significan el mayor peligro para el éxito de las misiones, entre las que el capitán García recuerda una en particular, debido a las condiciones del clima, y a quien trasladaba, lo que representó para el joven piloto una de las situaciones más desafiantes a lo largo de su carrera.
“Tuvimos que ir a la ciudad de Ayacara a buscar a una mujer embarazada con síntomas de pérdida, por lo que tenía que llegar lo antes posible a un centro asistencial mayor. En el traslado sufrimos bastante porque las condiciones de lluvia y nubes no nos permitían ver el terreno, ver el mar ya que se vuela principalmente sobre el mar, estuvimos bastante alertas y gracias a dios llegamos bien: la mamá de 27 años finalmente, y por lo que supe después, pudo tener bien a su bebé”, detalló el capitán.
Otros de los episodios de mayor tensión que vivió él y todo el equipo de funcionarios FACh que se desempeñan en la IIIᵅ Brigada Aérea fueron en los primeros meses de pandemia, donde gracias a su colaboración pudieron realizarse decenas de traslados de pacientes con insuficiencia respiratoria a centros de mayor complejidad en Temuco, Concepción y Santiago, sin saber el peligro de contagio que corrían, debido al desconocimiento del COVID-19 durante esas semanas.
“Fueron días bastante intensos porque esta enfermedad nos tomó por sorpresa, muchas veces no teníamos la real dimensión de lo que estábamos haciendo, también con miedo a la exposición del contagio y que eso llegase a ser más peligroso de lo normal, pero había demasiada gente que necesitaba ayuda, que uno lo hacía de buena forma, feliz y tratando de tomar las medidas sanitarias necesarias”, confesó.
Padre de una niña de 4 años, y con un segundo hijo en camino, el capitán González aseguró que a pesar de los riesgos y desafíos su familia está orgullosa de su trabajo. “Cuando de repente llego tarde en la noche de madrugada, pero consideran que estamos rescatando a alguien, evacuando algún lugar muy alejado y que posiblemente sus posibilidades de soporte y asistencia médica son tan bajas que con eso se quedan un poco más recompensados por las preocupaciones que tienen constantemente”.
El piloto aprovechó la oportunidad para agradecer a la comunidad de la región, “a quienes les diría que confíen en nosotros, en nuestro trabajo, diariamente nos preparamos para poder atender cualquier solicitud especialmente en esta zona que tiene lugares muy aislados, siempre estamos practicando y entrenando para atender a todas sus solicitudes, sobre todo con la comunidad hospitalaria del Hospital Puerto Montt, con quienes trabajamos codo a codo”.
La Fuerza Aérea de Chile cumplió el pasado 21 de marzo 93 años de servicio en el territorio nacional, y lo conmemoró con una serie de actividades, que incluyeron también una visita al Servicio de Pediatría del Hospital Puerto Montt, las que se desarrollaron durante todo el “Mes del Aire y del Espacio”, destacando su rol de acercar de forma segura y en el menor tiempo posible a los territorios más alejados y aislados del país.