De acuerdo a la OMS, octubre es el mes de los Adultos Mayores y de la Salud Mental, dos temas que van a de la mano al enfrentar un panorama que viven muchas familias, y que se espera en el futuro sea cada vez más común: hacerse cargo de un adulto mayor con algún grado de dependencia, provocado por alguno de los tipos de demencia existentes, tarea muchas veces asumen mujeres sobre los 60 años de edad.
Ese es el caso de Haydee Vivar, quien a sus 71 años se hace cargo de los cuidados de su pareja desde el comienzo de la pandemia, actualmente diagnosticado con una bipolaridad y una demencia multifactorial. Hace cuatro años, Haydee se reencontró con Marcos, ex empresario de 60 años, con quien tuvo una relación amorosa en su juventud que lo había perdido todo, tanto a nivel económico como familiar, producto de su patología.
“A Marcos lo conocí cuando éramos jóvenes, y me lo encontré muchos años después muy mal, en la calle, en un estado de abandono horrible. Él me comentó que había perdido todos sus bienes. Esto fue al comienzo de la pandemia y me lo llevé a mi casa, porque pensé que sería algo transitorio, pero después me fui dando cuenta que él tenía una bipolaridad, que finalmente se desencadenó en una demencia multifactorial”, relata Haydee.
La demencia multifactorial es una enfermedad en la que los trastornos que se producen en el cerebro se asocian a más de un tipo de demencia, por ejemplo, a Alzheimer y demencia vascular, lo que tiene un impacto mayor significativo en el cerebro del paciente, extremando los cuidados que deben tener. “Yo dije ‘bueno, hay que apechugar no más, aquí no hay que rendirse, tengo que hacer algo por él”, aseguró Haydee.
Sin redes de apoyo y sin conocer mucho sobre la enfermedad de su pareja, Haydee comenzó a acompañarlo a sus controles médicos en el Hospital Puerto Montt, establecimiento donde comenta ha recibido los conocimientos y herramientas necesarias para sobrellevar los dedicados cuidados que se debe tener con este tipo de pacientes, cambiado así la forma de valorar el rol que asumió al hacerse cargo de Marcos.
“Comencé a traerlo al hospital, porque debido a su demencia había momentos en que no se acordaba que tenía que tomarse los remedios y no había nadie a su alrededor. Uno de repente se acongoja, pero pidiéndole a Dios que me ayudara a seguir, me encontré con los profesionales del Hospital Puerto Montt que me han apoyado mucho. Nunca había venido al hospital, ya que mi salud me acompaña, pero vine por él y me han dado todo el apoyo. Lo único que puedo hacer es darles las gracias por permitirme ayudar a otro ser humano”, precisó Haydee.
De acuerdo al Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado, en Chile existen 4.313 cuidadores informales de personas mayores en el país, un 66,8% de ellos son mujeres de 56 años en promedio. Es por esto que la Unidad de Memoria del Hospital Puerto Montt preparó a fines de septiembre un taller para cuidadores, guiado por un equipo multidisciplinario para entregarles los conocimientos básicos de salud necesarios para cumplir este rol.
“Este taller se gesta por la necesidad de las y los cuidadores de saber lo fundamental y lo más importante al momento de poder manejar a un paciente con un grado de dependencia, cómo movilizarlo, cómo prevenir heridas por presión, cómo levantarlo de la cama, y eso se provoca debido a que la demencia es una patología progresiva que provoca pérdida de funcionalidad en las actividades básicas de las personas”, señaló Fernanda Ortega, enfermera de la Unidad de Memoria HPM.
Sin embargo, más allá de los consejos en términos de cuidados, este tipo de talleres ayuda a reunir a los cuidadores con otras personas que viven situaciones similares, lo que ayuda a generar distintas redes de apoyo y a conectar con otras historias distintas para evitar el sentimiento de aislamiento y soledad que muchos y muchas de las cuidadoras sienten mientras están a cargo de sus familiares.
“Es sumamente relevante que una persona que es cuidador posea una red de apoyo ojalá con familiares, amigos y vecinos, que puedan aportar a alivianar la carga que están teniendo. Otro punto importante es que, si una persona mayor está a cargo de una persona con demencia, el cuidador siempre debe tener en cuenta sus propios cuidados. Ya que estamos hablando de una persona mayor existen muchas patologías de base, por lo tanto, sus cuidados y controles médicos deben estar al día”, recomendó Valeska Villarroel, terapeuta ocupacional de la Unidad de Memoria HPM.
La profesional agregó que “la invitación es a buscar información, nuevos grupos de apoyo. La demencia es una enfermedad que se está incrementando, la población en general está envejeciendo, los índices cada vez son mayores y en unos años se espera que la demencia sea una patología mucho más predominante. Es importante que los cuidadores se organicen y exista comunicación entre ellos”.
A pesar de las dificultades, Haydee Vivar es enfática en señalar que esta experiencia le cambió la vida, y espera que el resto de las personas que están en su misma situación tengan más y mejores herramientas en este proceso, “porque jamás me imaginé que a esta edad iba a tener que cuidar a una persona”.
“Él tiene 60 años, pero tiene la mente de alguien de 80. La vida te va presentando situaciones tan inesperadas y uno tiene que enfrenarlas porque son parte del proceso. Además, esto ha significado una gran enseñanza: ser empático, y eso le falta a esta sociedad, las personas carecen de mucha empatía. En este mundo hay muchas personas con problemas mentales y uno tiene que ir con cuidado porque además de enfermedades las personas tienen sentimientos”, concluyó.