Operativo en el Hospital Puerto Montt brinda solución a pacientes que sufren dolor crónico

“Mi vida era con dolor, y me acostumbré al él”. Así comienza su relato Antonia Oyarzo, de 74 años, quien pasó 40 de ellos con dolor crónico producto de una artrosis de rodilla y otras patologías, situación que viven a diario cerca de un cuarto de los pacientes que consultan en el Hospital Puerto Montt, institución que comenzó a brindar alternativas de tratamiento a esta realidad a través de un operativo que se realizó a mediados de octubre.

La señora Antonia, oriunda de Calbuco, fue una de las primeras pacientes beneficiadas con los procedimientos aplicados por el equipo multidisciplinario del ‘Policlínico del Dolor’ HPM, quienes, a través de técnicas invasivas en los nervios por frío o por calor, le devuelven la funcionalidad a personas que llevan años viviendo con dolor, lo que impacta en su calidad de vida, provocando depresión, insomnio e irritabilidad.

“El dolor de mis huesos era muchísimo y no se me quitaba con ningún medicamento. Ya no me creían que lo tenía, lloraba y me daban remedios, pero no me hacían efecto. Hasta que conocí al Dr. Herrera, y me cambió la vida”, señaló Antonia refiriéndose al médico anestesiólogo del HPM, Dr. Omar Herrera, quien lideró el operativo que durante una jornada intervino a 8 pacientes con distintas patologías que les provocaban dolor intenso por años.

“A la señora Antonia le hicimos un bloqueo a nivel de la rodilla, de los nervios geniculados, que anduvo bastante bien, y como segundo paso hicimos una crioterapia que es una neurotomía de los nervios por frío”, precisó el Dr. Herrera, quien además confirmó que las intervenciones a otros “dos pacientes de artrosis de rodilla, dos pacientes de cadera, dos pacientes de columna lumbar, y un paciente con Síndrome de Dolor Regional Complejo de Extremidad Superior”, resultaron exitosas.

Durante este operativo, el equipo del ‘Policlínico del Dolor’ HPM contó con la presencia, colaboración y participación del Dr. Germán Acuña, médico anestesiólogo del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, calificado por sus pares como un experto en el tratamiento de pacientes que padecen dolor crónico.

“Estamos con una verdadera epidemia de dolor. Un 25% de la población en Chile sufre de dolor crónico en distintos grados. Hay personas que tienen unas vidas que son muy duras debido al dolor y como no les creen tienen un sufrimiento mucho mayor. Cuando el no creer al paciente que le duele incluye a la familia es horrible, y viene un sufrimiento tremendo, lo que es un círculo vicioso”, indicó el Dr. Acuña.

Gracias a la utilización de un equipo médico que logra cauterizar los nervios que llevan el dolor al cerebro, se logra dar una solución duradera a quienes sufren de dolor crónico, lo que, además, ayuda a ser puente para otros tipos de tratamientos como kinesiológicos en la recuperación de los pacientes, por lo que los profesionales del Policlínico del Dolor trabajan en conjunto con unidades como Medicina Física y Rehabilitación, Salud Mental, y las mismas familias de quienes son intervenidos.

“Nosotros aspiramos a que el dolor llegue a cero, pero nos sentimos satisfechos cuando un dolor baja de 10 a 2, eso significa un gran éxito, a la gente les cambia la vida con la mitad del dolor. Es interesante el tema porque estamos en un nuevo paradigma. Aquí ya no es el omnipotente doctor que llega, opera, sino que el doctor con el paciente y su familia es un equipo de trabajo que tiene que aportar en todo el resto más allá de lo fisiológico”, agregó el Dr. Acuña.

Y para el caso de la señora Antonia el apoyo de su familia ha sido fundamental a la hora de retomar sus actividades diarias y en el resto de su recuperación. “La he acompañado toda la vida en este proceso del dolor, pero Dios nos puso al Dr. Herrera en el camino, sin dejar de mencionar toda la atención que hemos tenido en el Hospital Puerto Montt, desde la atención en ventanilla, la enfermera que ha demostrado una preocupación enorme”, agregó Hilda Neira, hija de la paciente.

Para acceder a una atención de los profesionales que se desempeñan en el ‘Policlínico del Dolor’, se debe realizar una derivación desde cualquier dispositivo de la atención primaria de salud, como también desde las unidades tratantes dentro del Hospital Puerto Montt, como, por ejemplo, Neurología o Traumatología.