Fue a sus once años cuando el joven puertomontino, Fernando Salazar, comenzó a notar que había algo raro en su esternón y costillas: estas comenzaron a crecer hacia adelante, formando lo que comúnmente se conoce como “pecho de paloma”, es decir, un pectum carinatum, anomalía que se genera en el crecimiento del tórax hacia adelante y que marcó su juventud, quitándole confianza en sí mismo en una etapa complicada como es la adolescencia.
Sin embargo, al poco tiempo Fernando, hoy con 24 años, fue derivado desde el sistema privado al Hospital Puerto Montt, donde luego de estar en la lista de espera producto de la pandemia, pudo acceder una innovadora intervención, a cargo del equipo de Cirugía de Tórax de la institución, que le devolvió la autoestima y el hecho de disfrutar de detalles tan pequeños como sacarse la polera en la playa.
“Físicamente, no me traía ningún problema, pero sí a nivel psicológico. El tema del pudor, de hacer cosas normales, ir a la playa, obviamente me afectaba. Sobre todo, además porque comenzó a desarrollarse en mi adolescencia, el tema de las relaciones, los amigos, hasta abrazarse con alguien me daba vergüenza. Ahora noto mucha más confianza tras la operación, sigo con terapia para volver a la normalidad, pero sí hay mucha más confianza”, relató Fernando.
El Equipo de Cirugía de Tórax del Hospital Puerto Montt, liderado por Dr. Alfonso Oropesa y el Dr. Carlos Figueroa, intervino al joven utilizando por primera vez en un hospital público de Chile herramientas y procedimientos en pacientes adultos con este tipo de deformidad toráxica, a través de la implementación de un sistema de barras de titanio con clip costales para la corrección de pectus carinatum a nivel de cartílagos y esternón.
“Él fue sometido a una cirugía de pectus carinatum, que es una deformidad de la pared toráxica, de los cartílagos costales que crecen de manera desorganizada y causa una asimetría de tórax que se protruye hacía adelante. En esta operación se utilizó el llamado Sistema StraTos, conformado por barras y grapas costales de titanio que corrige deformidades de la pared toráxica y trauma esternal. La cirugía fue exitosa, y el paciente tuvo un posoperatorio muy bueno”, detalló el Dr. Figueroa.
El cardiocirujano del HPM, Dr. Iván Sepúlveda, quien también participó de la intervención, indicó que a pesar de que este tipo de deformidad toráxica hacia adelante es menos común que aquella en la que se hunde el pecho, es decir, pectum excavatum, “para el paciente que la padece tiene una carga estética muy importante, ya que, por ejemplo, no se exponen, no se sacan la polera, lo que genera un problema de autoestima real, por lo que consideramos que es esencial darle una solución, aunque sea bajo el número de personas que la padece”.
Este tipo de intervenciones, en la mayoría de los casos a nivel mundial, se resuelven a través de cirugías durante la primera infancia de los pacientes, por lo que el Dr. Sepúlveda destacó el hecho de que se haya realizado en usuarios adultos como una nueva prestación “dentro de la cartera del equipo de cardio-tórax, brindando mayores posibilidades de solución a problemas médicos, que además de complejizar las cirugías, considera los beneficios en la parte estética de los pacientes”.
En pocas semanas, Fernando será dado de alta para continuar con sus estudios de segundo año de Psicología agradeciendo el trato de atención recibida en el Hospital Puerto Montt ya que “la atención fue super buena, me sorprendió a nivel humano, obviamente hay personas más cercanas que otras, pero me pareció super buena mi hospitalización”, concluyó.