Hospital Puerto Montt se pone a la vanguardia en el tratamiento de ACV con unidad especializada

El Hospital Puerto Montt cuenta desde hace un año con una unidad especializada en el reconocimiento y tratamiento de los accidentes cerebrovasculares (ACV), conformada por un neurólogo residente y seis camas a disposición de los cientos de casos de ataques cerebrales que al año llegan hasta el centro de alta complejidad de la Región de Los Lagos, referente neuroquirúrgico del sur austral de Chile.

“Tenemos una unidad especializada en ataque cerebral que lleva más de un año de funcionamiento, lo que nos enorgullece como equipo y nos hace ser un hospital líder en cuanto a la patología cerebrovascular a nivel del país, ya que tenemos una unidad de tratamiento intermedio neurológico más una unidad de stroke, lo que involucra dos neurólogos de turno, uno en cada unidad, y eso es un lujo que no sé si hay otro hospital de Chile que lo pueda tener”, precisó el Dr. Alejandro González, neurólogo del HPM.

Esta nueva unidad ha logrado dar tratamiento a 73 pacientes con ACV desde que comenzó su funcionamiento en julio del 2023, y que se conformó gracias al “empuje de quienes nos han dirigido como jefes de Neurología y como directivos en los años previos. Son ideas que se van materializando por el apoyo que hemos tenido de las autoridades tanto a nivel hospitalario, como de la dirección del Servicio de Salud, y finalmente como autoridades a nivel central”, de acuerdo al Dr. González.

“El accidente cerebro vascular es una patología que afecta al sistema nervioso central y que involucra, o la oclusión de un vaso sanguíneo cerebral o de la médula, o la rotura de un vaso sanguíneo cerebral y que produce por consiguiente una hemorragia. Hay dos tipos de ACV: los isquémicos, en los que se tapa una arteria del cerebro o la médula; y los hemorrágicos donde se rompe una arteria cerebral”, precisó el especialista.

Aumentan casos en adultos jóvenes

Los accidentes cerebrovasculares representan en Chile la segunda causa de muerte entre la población adulta, y la primera causa de discapacidad, siendo una patología que además va en aumento entre los chilenos entre los 30 y 40 años, debido principalmente a los malos hábitos de vida. “Uno lo asume como una patología más de los adultos mayores, pero hay ciertas condiciones que hacen susceptible que el paciente más joven tenga ACV, en esos casos lo principal es el consumo de drogas ilícitas”, indicó el Dr. González.

Afortunadamente también ha crecido la oferta de tratamientos a disposición en el sistema de salud público, y la precisión con la que se diagnostican para la utilización correcta de medicamentos específicos que ayudan a superar los efectos de los ACV isquémicos, denominados trombolíticos, los que aseguran consecuencias más leves y la recuperación de la calidad de vida de los pacientes tras ocurrido el evento.

“Mientras más pronto llegue el paciente a un servicio de urgencia, voy a poder distinguir qué tipo de ACV es, y si es un ACV isquémico, si está en la ventana de tiempo que nosotros utilizamos, y tiene ciertas características, se puede aplicar un trombolítico, que es un medicamento que se aplica a nivel mundial, y que se ha demostrado su efectividad y utilidad en la rehabilitación de los pacientes con ACV a los seis meses”, señaló el Dr. González.

Para lograr actuar dentro de la ventana de tiempo se necesita reconocer las señales previas que dan la alerta para poder reconocer la existencia de un ataque cerebral. “Si usted está conversando con una persona y esa persona o usted tiene una asimetría de la cara de forma brusca, se le enchueca la cara, o pierde la fuerza de un brazo, de una pierna o de todo un lado del cuerpo ya sea derecho o izquierdo, empieza hablar incoherencias o empieza a tener dificultades visuales bruscas, esos son síntomas que nos hacen suponer que podemos estar en presencia de un ACV”, precisó el Dr. González.

Es por ello que el tiempo es un factor clave para evitar las secuelas de los ataques cerebrales, o derechamente la muerte.

“Nuestra región posee sectores muy rurales y es indudable que un paciente que está en Llanada Grande no va a poder consultar ni estar antes de las 6 horas en el HPM, pero si se sospecha de un ACV el equipo de salud rural o la misma familia tiene como misión traer a ese paciente desde dónde esté para que acuda a un hospital lo más pronto posible, porque las primeras 24 a 48 horas de las intervenciones que podemos hacer pueden cambiar el rumbo de su vida”, concluyó el Dr. González.

El ejercicio físico, al menos 30 minutos, 3 veces a la semana. Comidas saludables, evitar el sobrepeso, evitar los productos de alimentación refinados, evitar el consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas, control estricto de la diabetes y de la presión arterial son acciones cotidianas que podemos realizar para evitar sufrir accidentes cerebrovasculares.