El glaucoma es una enfermedad crónica que afecta al nervio óptico, causada por el aumento de la presión intraocular, la que por diversos motivos puede causar ceguera irreversible, teniendo una incidencia del 3% al 5% entre los chilenos, y de la que se atienden anualmente cerca de mil personas en el Hospital de Puerto Montt, establecimiento que entregó una serie de recomendaciones para aminorar sus efectos.
La principal de ellas es la realización de controles oftalmológicos constantes para aquellas personas que tienen mayor probabilidad de sufrirla: mayores de 40 años, con patologías asociadas como la diabetes, o con familiares directos que la padezcan o tengan antecedentes de alta presión ocular, de acuerdo a lo que señaló el oftalmólogo del HPM, Dr. Ignacio Alfaro.
“El glaucoma es una enfermedad crónica que afecta a un ‘cable’ del ojo que se llama nervio óptico, que si no se trata en forma oportuna puede provocar una ceguera irreversible. De hecho, es la primera causa en el mundo de ceguera irreversible, por lo tanto, lo importante es que la detección sea precoz y temprana porque en un comienzo es asintomática, no provoca síntomas y estos aparecen cuando la enfermedad ya se encuentra en una etapa avanzada”, precisó el profesional.
Dificultad en el campo visual, tropezarse al caminar, fijarse muy bien en los escalones al subir escaleras son algunas de las señales que nos pueden indicar la presencia de glaucoma, sin embargo, y como explica el Dr. Alfaro, estas se presentan cuando ya hay un estado avanzado de la patología, “por lo que la alerta la tiene que tener cada paciente. Aquí el objetivo es un control anual preventivo con oftalmólogo en la población mayor a 40 años”
Se recomiendan las consultas con oftalmólogos que se realizan en la atención primaria de salud (APS), ya que “sirven para descartar que tengas patologías crónicas, porque cuando ya tienes problemas visuales por glaucoma, ya está en un estado avanzado, por lo tanto, las alertas deben ser los controles preventivos. Esta una patología médica, y al no ser 100% quirúrgica, la podemos manejar en la APS, por lo menos lo que atendemos en la APS somos los mismos que atendemos en el HPM”, indicó el Dr. Alfaro.
Entre los tratamientos con los que se cuenta para que el glaucoma no avance hacia la ceguera, se cuenta en la mayoría de los casos con fármacos como gotas que aminoran la presión intraocular. “Sin embargo, el tratamiento se parte de forma escalonada, primero con gotas, luego se hace láser y en tercera opción un tratamiento quirúrgico, también se hace algunos tipos de láser de primera línea junto con las gotas, pero lo importante es saber que la cirugía es la última opción”, precisó el profesional.
“El glaucoma es una enfermedad que no dan síntomas, pero no hay una gota mágica previa, ni medicamentos para prevenirlo, es decir, si un paciente viene predispuesto a tener glaucoma, lo va a tener, por lo tanto el objetivo de ese paciente es detectarlo en un nivel precoz para que no implique daño visual y eso radica en la preocupación del paciente de saber si tienen familiares con glaucoma o familiares que ocupan gotas para la presión intraocular, deben acercarse sí o sí a su control anual”, concluyó el Dr. Alfaro.