Este martes 16 de noviembre se inauguró la exposición Memorias de Mar, organizada por el Comité de Cultura del Hospital Puerto Montt (HPM), donde el escultor puertomontino Miguel Burgos Ruíz, presentó una selección de obras en fierro, en agradecimiento a los trabajadores de salud durante la pandemia, la cual se mantendrá en el hall de la Dirección hasta el 15 de diciembre.
Cada una de las obras tiene al mar como elemento esencial; el mar como fuente de vida y de memoria. El conjunto escultórico invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y cómo podemos generar un relato más amoroso, que imagine al hombre en armonía con la vida marina.
En este contexto, la directora del HPM, Dra. Mónica Winkler, agradeció la disposición del escultor puertomontino junto con la gestión de Comité de Cultura del hospital. “Queremos agradecer a Rosana Ilabaca, gestora cultural del HPM, que siempre nos está permitiendo entender que un hospital debe atender pacientes, pero esa sanación también tiene que ver con que los pacientes son seres integrales y también nosotros como funcionarios”.
“Además, esto es un bálsamo para el alma cuando nos ha tocado realmente duro en tiempos de pandemia. Nosotros perdimos incluso a dos funcionarios por el covid. Entonces, de verdad esta exposición alimenta el alma. Queremos agradecerle la generosidad de traer su magnífica obra sureña; con alma sureña a este hospital sureño”, manifestó la directora del HPM.
En tanto, el escultor Miguel Burgos, manifestó: “En nombre de mi familia, de mi esposa y mis hijos quiero agradecer a cada uno de ustedes, funcionarios del Hospital Puerto, por el gran esfuerzo que han hecho en esta dura batalla contra la pandemia. Yo les agradezco, y una manera de contribuir a ese agradecimiento a cada uno de ustedes, es que hemos venido hasta su casa, hasta sus instalaciones para mostrarles esto, que ya saben que es una parte de las vivencias de uno, pero que lo hago con mucho cariño y en agradecimiento a su esfuerzo. Gracias”.
Miguel Burgos Ruíz, Puerto Montt, 1955
Don Miguel aprendió a trabajar en fierro en su adolescencia. Durante los años 80 fue colono en la Región de Aysén, donde las profundas vivencias de mar en constantes navegaciones, la experiencia del buceo y los grandes temporales vividos en las cercanías del Canal Moraleda, forjaron para siempre su memoria y personalidad.
Los imaginarios del sur frío de nuestra Patagonia, en donde el hombre encuentra su épica conviviendo y resistiendo las inclemencias de la naturaleza, emergen hoy en su trabajo como escultor en esta muestra titulada “Memorias de Mar”.